Hay viviendas por las que no pasa el tiempo, están decoradas con gusto, con algunos toques de tendencia. Otras están a la última, con todas las novedades decorativas y cuyos propietarios actualizan periódicamente. Pero hay otras viviendas que pueden parecer un museo de todas aquellas tendencias que deberíamos desterrar de una vez por todas. Vamos a ver, a continuación, una lista de todos esos destierros necesarios de nuestros hogares. No solo para seguir la corriente del S. XXI, sino la del buen gusto.
- Utilizar la luz blanca para todas las estancias. Esta luz puede ser necesaria en la cocina o en el baño, pero de manera auxiliar. Es decir, la luz principal debe ser, al menos, neutra y tener una luz blanca para momentos concretos en los que la necesitemos. Nuestro salón no tiene por qué tener la iluminación de un quirófano. En general, todavía vemos muchas viviendas que no utilizan correctamente los puntos de luz auxiliares y es que es un error que una estancia solo tenga un punto de luz proveniente del techo. Lo ideal es tener lámparas, apliques y luces de uso puntual en función del rincón de cada estancia.
- ¿Madera sapelly? No, gracias. Hemos abusado de esta madera (o tono) para las puertas de paso o las de los armarios y, a estas alturas, dan aspecto de añejo. Es tremendamente fácil adaptarlas a los tiempos con un lacado o, si eres más bien manitas, con pintura a la tiza. Además de personalizarla a tu estilo, la estarás trayendo al tiempo presente.
- Di adiós, por favor, al suelo en azulejos bicolor marrón y beige. Esto debería estar ya más que superado. Cuando vemos viviendas así, solo podemos pensar en que, o bien hace treinta años que hiciste tu reforma, o bien que no le tienes cariño a tu vivienda. Actualiza los suelos. Hay infinidad de opciones, incluso sin tener que quitar esas baldosas para que puedas tener un suelo combinable, acorde con los tiempos y fácil de limpiar, que es la excusa clásica por la que hay tanta resistencia a eliminar estos modelos concretamente.
- Los conjuntos de dormitorio también deberían salir de nuestros hogares. Si en su día compraste el cabecero, las mesitas de noche, los armarios, la cómoda y el tocador a juego para meterlo en tu dormitorio de 12 metros cuadrados puede que en su momento tuviera sentido. Sin embargo, ahora resultan totalmente anacrónicos. Igual sucede con los conjuntos de salón. Siempre es buena idea guardar una misma línea para cada estancia o elegir muebles de gamas similares, pero no necesariamente quieres que tu salón se parezca al del catálogo que has encontrado en el buzón. Además, si atendemos al punto de vista estético, siempre es buena idea seguir esa línea, pero dándole algún toque distintivo y original.
- No ser prácticos decorando nuestra casa. En consonancia con el punto anterior, de algún modo, hemos tenido la tendencia de llenar nuestra casa de ciertos muebles porque en algún momento alguien nos hizo cierta recomendación. Quizás, cuando decoraste tu casa, alguna voz te dijo “compra el comedor y las sillas y a juego con el mueble para la tele” y podría seguir… Hay pisos con mesas de comedor para reunir a ocho personas, aunque en casa sean cuatro. Pregúntate si es realmente necesaria y, si no lo es, destiérrala (véndela o dónala, que siempre habrá algún interesado). Busca una mesa plegable, gana espacio útil y práctico. Así podrás reunir a tu familia e invitados en ocasiones especiales sin sacrificar metros cuadrados de tu vivienda muy útiles en tu día a día.
- Algo similar sucede con los “salones museo” y es que hay viviendas en las que el juego de sofás y mesas de café que, según cuentan, se utilizó en un par de ocasiones, cuando vino una visita. Seamos honestos, si esperamos a que llegue el Papa para utilizar una habitación de nuestra casa, algo estamos haciendo mal.
La lista podría seguir. El gotelé, la desorganización crónica, los muebles en color wengué, y un largo etcétera de tendencias que ya están fuera de lugar. En la medida de lo posible, si te apetece, ve haciendo cambios graduales en tu casa para que te vayas adaptando a un nuevo estilo y a una nueva forma de vivir y disfrutar tu casa. Como siempre recordamos, es mejor vivir con menos cosas, pero que realmente nos sirvan y nos aporten algo, ya sea practicidad y/o estética. Recuerda que, con buen gusto y algunas ideas bien pensadas, puedes tener una vivienda en la que te sientas a gusto, con la que te sientas identificada y que te facilite el día a día.
Autora:
Gema Armenta
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