Para esta nueva entrega de nuestra sección Casas del Mundo y teniendo en cuenta en el mes en el que vamos a entrar, queremos enseñaros las casas de una comunidad muy concreta, que viven en una zona de la Tierra tan maravillosa como es la Laponia finesa, hogar de los Samis y Santa Claus. La verdad que cuando visitas Laponia, sientes algo extraño, es como si cruzaras una línea imaginaria de no retorno que te traslada a un mundo lejano al de los hombres. Quizás por eso Santa Claus fijó aquí su taller, su hogar… y es que Laponia es un lugar que te evoca a una tierra de magia y de Navidad en cualquier época del año.
Laponia Finesa
La Laponia finesa es lo más cercano a encontrar el país de las maravillas y es que como decíamos anteriormente, es una zona maravillosa, mística, que evoca paz y tranquilidad.
Rovaniemi es la capital de Laponia y la ciudad natal de Santa Claus. En esta zona de la Tierra y ya en pleno círculo Polar Ártico podemos presenciar y emocionarnos con las Auroras Boreales, una experiencia única en la vida.
Los Samis
Son los pobladores de Laponia, los lapones llamados Samis, Sápmi o Saamis, pueblo que vive de las tradiciones y tienen un modo de supervivencia muy diferente al resto de los europeos. Los Samis son considerados como el último pueblo indígena de Europa.
Su territorio está distribuido entre cuatro países, Finlandia, Suecia, Noruega y Rusia. Poseen su propia bandera y dialectos diferentes. Se cree que entre los cuatro países existen aproximadamente unos 98.000 Samis, organizados en grupos independientes y con diferente forma de ganarse la vida.
Su físico es muy parecido a los esquimales, con estatura menuda, pelo oscuro y ojos rasgados. Algunos de estos grupos viven en pequeñas casas básicas entre arboledas y otros en tiendas de manera que les permite aún practicar la forma de vida nómada. Su economía se basa en la forma tradicional, agricultura, caza y cría de renos, pesca y artesanía sami que venden a los turistas que visitan la zona.
Lavvu y Gahtie
El Gahtie es la evolución de las cabañas primitivas de los Samis pescadores del norte de Laponia, estas cabañas se llaman Lavvu y apenas tiene una techumbre circular par resguardarse de la intemperie, está hecha de troncos y forrada de ramas, vegetación y musgo. Atiende al carácter nómada de estos Samis.
Gahtie: Es una casa para una familia de unos cuatro o cinco miembros y es un habitáculo hecho de troncos de madera. Consta de un espacio único y abierto en su interior. De planta cuadrada u octogonal, dependiendo del número de integrantes de la familia, y un basamento de tablas de madera, que soportan el peso del techo a dos aguas.
La puerta de entrada tiene algo muy peculiar y es que conserva la misma inclinación que uno de los lados del techo, de manera que para entrar hay que subir unos escalones que ya una vez dentro hay que bajarlos. La forma de la puerta de entrada seguramente será del peso de tanta nieve de los inviernos.
Dentro, todo se distribuye alrededor del fuego central, por ejemplo, el espacio para dormir, las camas se reparten rodeando ese fuego. El interior del Gahtie se forra de piel de reno, con lo que da sensación de calidez. No tiene ventanas, solo hay una apertura, en la cúpula que sirve para que el humo del fuego se escape por ella. En el Gahtie, la cocina se encuentra opuesta a la puerta de entrada.
En casi todas estas edificaciones, hay adosadas otras dos, que son de vital importancia para la vida cotidiana de los Samis. Junto al Gahtie nos encontramos la Njalla y el Ajjte .
Los anexos Njalla y Ajjte
Como hemos visto antes los Samis son un pueblo que en algunos lugares aun viven de una agricultura y ganadería muy tradicional. Debido a los inviernos tan duros por las bajas temperaturas y a la distancia a los núcleos urbanos, tienen la necesidad de conservar los alimentos durante largas temporadas.
Njalla: Es una especie de depósito de alimentos que se encuentra elevado del suelo a una altura considerable, que se apoya sobre un único tronco de madera. De esta manera se aseguran que los animales no puedan llegar a la comida.
Ajjte: De una forma parecida a la anterior pero de mayor tamaño y que sirve para almacenar enseres y víveres de larga duración.
El mundo y la cultura escandinava son fascinantes. Ya sea por su construcción, por sus costumbres, por su mitología…adentrarse en ella es misterioso. Os invitamos a viajar a cualquier país escandinavo, os dejará sin palabras. Desde fiordos de ensueño, a cielos multicolor, vegetación frondosa, saltos de agua espectaculares. Todo allí es grandioso y mágico. Deseamos que os guste este viaje a zonas Árticas.
Esperamos que os haya sido útil el post «Gahtie: Hogar de los Samis. Casas del mundo» que nos escribe nuestra colaboradora Ángela Gómez. Recuerda inscribirte en nuestra newsletter para estar informado de todas las novedades de Obra Nueva en Córdoba y noticias relacionadas con el mundo inmobiliario. Quiero inscribirme ahora
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