Estamos comenzando un nuevo curso y nueva temporada, es tiempo de nuevos propósitos y del comienzo de nuevas actividades, nosotros continuamos con nuestra labor de que a través de la lectura conozcáis algunos de los edificios que desgraciadamente son desconocidos, pero que en algún tiempo no muy lejano, fueron emblemáticos de la ciudad de Córdoba. Ojalá a través de esta sección muchos de vosotros los conozcáis, visitéis y habléis de ellos para que las generaciones futuras sigan conociendo y admirando la maravillosa ciudad que tenemos.
Para este mes de septiembre queremos acercaros a uno de los lugares que más historia alberga por metro cuadrado de Córdoba y es uno de los más importantes de España, el Museo Arqueológico de Córdoba, pero vamos más allá y queremos hablaros del edificio que aloja este impresionante museo, unos importantísimos restos del teatro romano de Colonia Patricia Corduba y más de 33.000 piezas que abarcan desde la Prehistoria hasta la Baja Edad Media, se trata del Palacio de los Páez de Castillejo.
Historia Palacio de los Páez de Castillejo
El Palacio de los Páez de Castillejo es un edificio renacentista del siglo XVI, situado actualmente en la plaza Jerónimo Páez, este nombre se hizo patente en 1680. Está situado en pleno centro histórico de Córdoba, Patrimonio de la Humanidad.
Hasta esa fecha el nombre que recibía la plaza era de los Paraísos, una plaza que recibía tal nombre ya que se asentaba sobre los jardines del palacio de Ybrahim Ben Nacer. Una zona con mucha vida y trasiego de personas en la época romana, ya que allí se consolidó el Teatro erigido en el año 15 a.C. Hacia el siglo III fue arrasado y quedó en ruinas convirtiéndose en la principal fuente de material de construcción en el palacio de Maximiano Herculeo, situado en lo que ahora son las ruinas de Cercadilla.
Tras la conquista de Córdoba del rey de Castilla Fernando III en 1236, continua la gran vitalidad en la zona ya que las estancias del palacio de Ybrahim habían sido cedidas a caballeros que habían participado en la contienda y convertidas en pequeñas casas. El conjunto pasaría a nuevas manos cuando el Cabildo, que hasta el momento era el dueño de ellas, se las vendería a Fernán Páez de Castillejo, siendo finalmente Luis Páez de Castillejo, caballero de los Veinticuatro de Córdoba, quien conformaría la imagen que tiene actualmente tiene el palacio.
Modificaciones arquitectónicas
La primera gran reforma que se le hizo al Palacio por parte de Fernán, fue el ennoblecimiento de las estancias y la realización de la escalera principal labrada por Gonzalo Rodríguez, famoso cantero cordobés y padre de Hernán Ruiz, en 1498 y que sería la base de la actual edificada por Hernán Ruiz en el siglo XVI. También es de gran importancia la cubierta mudéjar trazada por Bartolomé Muñoz, siguiendo la tipología de par y nudillo (1).
Hernán Ruiz elaboraría también el patio principal con cuatro arcadas superpuesta sobre capiteles y columnas dóricas.
Portada del Palacio de los Páez de Castillejo
Sin duda, una de la más importante característica del Palacio de los Páez de Castillejo, es su fachada y su balconcillo, también de Hernán Ruiz y de Sebastián Peñarredonda. Decorada por los artistas Francisco Jato, Francisco Linares y Juan de Toribio.
Sigue los patrones habituales en él, un arco triunfal formado por dos parejas de columnas que sustentan un friso rematado por una cornisa. En el plano central encontramos un vano adintelado coronado por un friso y un arco de medio punto cegado con la heráldica de la familia de los Páez. Los iconos que encontramos son diversos héroes y guerreros de tradición occidental y tan utilizada como tema de adorno en las mansiones de los guerreros del medievo.
A destacar su balconcillo esquina con la actual calle del Marqués del Villar, que al igual que la portada sigue los cánones clásicos, haciendo uso de la forma de un arco donde se insertan volutas (2) y una cartela (3) soportada por una columna.
Del renacimiento a la actualidad
Desde que el linaje de los Páez de Castillejo se extinguiera, fue pasando por diversas manos, entre las que cabe destacar la Casa de Alba, quien finalmente lo cedería a Juan de Trevilla, durante esta época no se realizaron grandes obras o modificaciones.
Tendría que ser ya en el siglo XX, en el 1944 cuando se autoriza la modificación del palacio para dar cabida al Museo Arqueológico de Córdoba, que hasta ese momento había tenido diferentes sedes en diversos lugares de Córdoba, el más conocido, dentro del Museo de Bellas Artes de Córdoba.
Esta gran obra fue acometida siguiendo la política integradora de todos los restos tanto romanos, como mudéjar y al igual que los últimos hallazgos, que se han ido integrando para que sus salas, patios y demás estancias alberguen ese gran tesoro arqueológico y arquitectónico.
(1) Par y nudillo: En una cubierta mudéjar, la armadura de par y nudillo se compone de dos series de vigas o maderos inclinados y contrapuestos que entestan en ángulo unos con otros formando un vértice o cumbrera, mientras apean el extremo inferior en otras piezas de madera llamadas estribos que junto con los tirantes y las soleras, reparten el empuje horizontal a los muros.
(2) Volutas: Adorno con forma de caracol o espiral.
(3) Cartela: Pieza de hierro que sostiene los balcones cuando no tienen repisa de albañilería.
Esperamos que os haya sido útil la entrada «Palacio de los Páez de Castillejo. Edificios con historia«. Recuerda inscribirte en nuestra newsletter para estar informado de todas las novedades de Obra Nueva en Córdoba y noticias relacionadas con el mundo inmobiliario. Quiero inscribirme ahora
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