Una decoración navideña más sostenible. Tendencias decoración

Aunque cada vez lo decimos más pronto, ya estamos inmersos en la Navidad. Y como nos encanta, le ponemos bastante esmero en decorar nuestra casa. Como para la decoración en general, las tendencias cambian con el tiempo, e incluso, ya podemos hablar de tendencias que se actualizan de un año para el otro.

Al ser una inversión que vamos a lucir durante una temporada corta y, considerando siempre que nuestro consumo debe ser responsable, hay que pensar bien antes de comprar (si es estrictamente necesario). Lo ideal sería seguir una línea general y buscar adornos para nuestro árbol o los demás elementos que resulten armoniosos en su conjunto.

Con todo, hemos de tratar de ser lo más respetuosos posible con el medio ambiente y, ya de paso, con nuestros bolsillos. Por supuesto, la opción más sostenible siempre es utilizar lo que tenemos a mano. Vamos por partes:

• El árbol. No hay opción, ni árbol natural ni de plástico, que sea ecológica. Si el árbol es natural, terminará convertido en abono con suerte. Los abetos no están hechos para soportar la temperatura de una casa climatizada, tampoco para que sus ramas estén apelmazadas dentro de un tiesto. Por otro lado, la producción de los árboles de plástico puede ser muy contaminante. Más si consideramos su origen y todo el recorrido que deben hacer hasta que llegan a las tiendas más cercanas. Lo ideal es hacer un árbol con elementos con los que ya contemos, con toques de creatividad y, sobre todo, esmerándonos en que el resultado esté cuidado. Si no somos manitas – y antes de hacer algo que resulte un desastre – podemos comprar un árbol, pero con el compromiso de que nos resulte duradero y no tengamos que comprar otro nuevo al año siguiente. Otra alternativa es utilizar una planta de interior que ya tengamos en casa y decorarla. Las suculentas y los cactus pueden resistir muy bien los adornos que deseemos colocar.
• La decoración del árbol. Hablo por mí misma aquí: buscando en el trastero familiar, encontré los adornos “de toda la vida” que podían tener más de treinta años. Algunos estaban ya en mal estado, pero había otros que se conservaban perfectamente. Además de darle un toque vintage a la decoración, estos adornos han añadido un plus sentimental que me lleva a mis navidades de niña. Evidentemente, he cuidado el aspecto general para que el conjunto tenga sentido, pero reutilizando esos adornos que estaban ya casi olvidados, he evitado comprar otros nuevos. Si no tienes un trastero lleno de tesoros, siempre puedes ponerte manos a la obra – igual que con el árbol – para hacer creaciones propias con lo que puedas tener a mano o no resulte excesivamente contaminante por poder reciclarse con facilidad.

• Los demás detalles. Hay infinidad de ideas en internet para hacer coronas con las que decorar la puerta o alguna estancia interior sin gastar mucho y, sobre todo, reutilizando otros materiales. Igual puedes hacer con los centros de mesa. Busca algunas hojas que se hayan caído recientemente de los árboles y combínalas en una bandeja con algún tarro de vidrio que tengas de sobra y alguna vela que seguro tendrás guardada. Coloca alguna guirnalda luminosa pequeña y tendrás un resultado excelente. Si quieres adornar con calcetines navideños, puedes reutilizar algunos retales que tengas en casa.
• En general, si quieres aplicar tendencias, toma en cuenta que se llevan mucho las combinación de azul y plata o dorado y plata. También triunfa ahora la decoración cargada de naturaleza, lo que puede ser un buen aliado de nuestra apuesta por lo sostenible siempre que no tengamos que comprar demasiado.
• El envoltorio de los regalos. Puedes recurrir al método japonés para envolver los regalos, bien con tela, bien con papel. Hay muchos papeles que ya son reciclados o son fácilmente reciclables.

Si todos los días debemos tomar decisiones responsables en cuanto a nuestro consumo, mucho más lo debemos hacer en Navidad, ya que es un momento en el que tendemos a gastar y comprar más de lo necesario. Cada compra debe ser bien meditada, con un propósito claro y duradero. Esto también cuenta para las reuniones que solemos hacer con más frecuencia en estas fechas en las que al final, casi siempre sobra comida. Piensa bien, compra de manera responsable solo si lo necesitas y disfruta de una navidad más sostenible.

Autora:

Gema Armenta

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