La inspiración para decorar tu casa puede aparecer en cualquier lugar. Visitando una vivienda, incluso algún lugar público, echando un vistazo a la redes sociales y, por supuesto, viendo tu pantalla. El cine, y también las series, nos invitan a vivir sueños, a plantearnos aquello de “¿qué hubiera sido de mí si hubiese hecho tal cosa?”.
Si ves una serie en la que los protagonistas llevan una vida de ensueño y con cierto estatus, seguro que te habrás imaginado disfrutando de un jardín exuberante con una piscina espectacular. Si has visto alguna película con algún personaje un tanto bohemio viviendo en una gran ciudad, habrás visto algún loft (de los de verdad) con techos altos y sin paredes. La decoración puede ser algo industrial, montañas de libros y utilizarán un montacargas para llegar a sus casas. Hay infinidad de ejemplos que nos pueden servir para copiar estilos, añadir detalles o definir espacios. Hemos elegido tres concretamente, diferentes entre sí, por si te pueden ayudar a encontrar esa inspiración que necesitas para decorar tu hogar.
The holiday (2006)
En esta película, dos mujeres, una británica y otra estadounidense, intercambian sus casas a través de internet para pasar las vacaciones. Dejaremos el argumento a un lado para centrarnos en la decoración. Por un lado, tenemos la casa de la protagonista norteamericana. De clásico estilo californiano, de grandes espacios y cierta influencia de lo que allí llaman Spanish Style: paredes blancas, vigas vistas, arcos y columnas y mucho forjado. Y, al otro lado del charco, tenemos una casa que no se olvida aunque hayas visto la película solamente una vez en tu vida. Esta casa es tan protagonista de la película como las actrices que podemos ver en ella. Se trata de un cottage, una de esas típicas casas de campo de la campiña inglesa y la decoración es totalmente acorde a ese English Country Style de que ya hemos hablado en otras ocasiones: tapizados florales, materiales naturales (madera y piedra), la otomana como mesa de café y miles de detalles que llenan el más mínimo espacio. Si te entusiasma este estilo, puedes recurrir a esta película para inspirarte. También en series como The Crown o Downton Abbey.
Friends (1994-2004)
Supongamos que no has visto esta serie nunca. Si hablamos sobre paredes de color lila y un marco amarillo en la mirilla de la puerta, probablemente sabrás a qué nos referimos. Esta serie ha marcado época y va mucho más allá de las aventuras y desventuras de sus seis protagonistas. Hasta que no vimos esa serie, no sabíamos que podíamos sentirnos como en nuestra casa, aunque estuviésemos en una cafetería. La decoración también es protagonista en esta serie. El apartamento de Mónica sufrió varios cambios a lo largo de los diez años que duró la serie, pero siempre mantuvo su esencia: mezcla de estilos, luz y color en una vivienda pensada para ser disfrutada. Y todo esto, que es tan ambiguo, se puede concretar en muebles con cierta historia o incluso de mercadillo; sofás y sillones con muchos cojines de colores y tamaños variados. También en cuadros que evocan la época victoriana, en plantas en muchos rincones, en lámparas para cada momento del día u ocasión. La base por la que destaca este apartamento, es evidentemente el color, tanto el lila de las paredes, como el azul de la cocina. Utilizados sin estridencias crean un estilo absolutamente acogedor.
Abajo el amor (2003)
Esta película es pura inspiración de comienzo a fin. Con cierta idealización de los años 60 neoyorkinos, se presentan dos estilos decorativos propios de la época llevados al extremo y que pueden darnos muchas ideas. Un estilo más femenino, el de Barbara Novak, con tonos pastel y explosiones de color, formas geométricas, especialmente, redondeadas y techos altos. Se podría catalogar como estilo “groovy”. Por otro lado, tenemos el apartamento de Catcher Block, periodista y con un estilo mucho más sobrio y, quizás, sofisticado. Es complicado conseguir espacios tan amplios como el de este apartamento, pero sí nos podemos servir de ciertas ideas para nuestro hogar: madera en tonos oscuros, combinada con piel, también oscura; líneas rectas; paredes revestidas; y distintos niveles para el mismo espacio. Se trata de la esencia del estilo Mid-Century Modern.
Ciertamente no disponemos normalmente de grandes presupuestos, ni de salones de doble altura y unos 150 metros cuadrados. Sin embargo, sí podemos adaptar nuestra vivienda, con los metros que tenga, a ese estilo que tanto nos ha gustado. Ojo, siempre con mesura y aportando nuestro propio estilo. Al final, lo importante es que nos sintamos bien en cada rincón de nuestra casa, aunque nos hayamos inspirado en lo que hemos visto por nuestra pantalla.
Autora:
Gema Armenta
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