Retomo el serial de profesiones vinculadas a la obra nueva con, seguramente, la más importante, la de Arquitecto. La profesión en sí da para ocupar prácticamente cualquier cargo dentro de la estructura de una Promotora, pero hoy aquí nos referimos al Arquitecto proyectista y Director de obra.
El arquitecto de toda la vida, el que diseña, el que crea el hogar futuro de los compradores de vivienda de obra nueva. Una profesión que, como todas, ha evolucionado muchísimo. Ya no es posible pensar en una figura única como proyectista, sino como un equipo alrededor del Director de su Estudio de Arquitectura. Más arquitectos, delineantes, ingenieros y arquitectos técnicos estarán detrás del proyecto que firma el Arquitecto de la obra.
Os puedo decir que fue mi intención cursar Arquitectura, pero una décima en la nota de mi expediente me impidió el acceso a la carrera, entrando finalmente en Arquitectura Técnica. Un avatar del destino del que no me he arrepentido nunca, aunque si es verdad que no me hubiera importado en absoluto haber intentado conseguir esta Licenciatura.
El Arquitecto tras la crisis del 2008
Yo creo que hay un antes y un después en esta profesión como consecuencia de la consabida crisis del 2008. Por lo pronto, en cuanto a ocupación. Esta bajada brutal de actividad trajo consigo la salida de la actividad profesional a numerosos Arquitectos, salida que en muchos casos se ha tornado en definitiva.
La recuperación llegó para los grandes Estudios, que si bien tuvieron que adaptar su estructura pudieron sobrevivir gracias a los pocos encargos de España y a los que llegaban para la actividad en el extranjero.
La entrada del Código Técnico y la mayor profesionalización del Sector, así como el desarrollo de nuevos métodos como el BIM, han hecho que esta brecha entre grandes Estudios y pequeños se haga aún mayor. Como decía al principio, para sacar un proyecto el Estudio tiene que contar con una importante estructura de personal.
El Arquitecto Proyectista
Un Arquitecto tiene un amplísimo abanico de competencias. Hoy nos vamos a centrar en las que atañen a la obra nueva, es decir el Arquitecto Proyectista y, en fase de ejecución, el Director de Obra.
Yo creo que es uno de los trabajos más bonitos que pueden existir. Como Arquitecto eres un creador, la famosa Wikipedia define la Arquitectura como “el arte y la técnica de proyectar, diseñar y construir edificios, modificando el hábitat humano y estudiando la estética, el buen uso y la función de los espacios”. En sus manos está la forma de vivir de mucha gente. Incluso hoy en día, en el que la vivienda se ha convertido en algo tan esencial después de vernos forzados a vivirla tanto, se ha tornado más importante aún el fruto de su diseño.
Es su ámbito por tanto en poner sobre el folio en blanco el sueño de los demás. Pero, por supuesto, respetando unas normas. Normas que habitualmente son demasiadas. Normas de edificación, de diseño, de ejecución, ordenanzas municipales, urbanísticas y también, claro está, económicas. Un compendio que tiene que tener en su cabeza a la hora de desarrollar sus ideas, lo cual no es nada sencillo.
Su diseño se enfrenta luego a un sinfín de comprobaciones, desde las de su cliente hasta las de la Administración que otorgará Licencia.
Es su logro el conseguir que todas estas sean mínimas y que el producto final satisfaga a los clientes. Porque un proyecto que pase por todo esto pero no se venda (con un precio lógico claro está) no es un proyecto válido. O, al menos para mí, no lo sería.
Sin duda un Arquitecto va a tener críticas, por lo que la confianza en su trabajo es clave para triunfar en esta profesión. Pero no quita esa confianza que pueda ser capaz de corregir y mejorar su trabajo con las aportaciones de los demás, al final es lo que ocurre cuando se trabaja con equipos multidisciplinares, y a ello es lo que están tendiendo todos los Estudios.
Su función en obra es importante, pero debería de ser prácticamente de control únicamente si su Proyecto resuelve todas las incógnitas y dudas que puedan surgir en la ejecución. Algo en lo que también se evoluciona a pasos agigantados y que ha situado al BIM (BuildingInformationModeling).
Cuánto cobra un Arquitecto
Desde la derogación de los Baremos de Honorarios los Arquitectos pueden cobrar por sus trabajos de forma libre. Una derogación que ha implicado una bajada importante en los emolumentos. No tenemos pues una tarifa de arquitectos. Como en todo, cuando estás más reconocido puedes cobrar más, aunque también mientras más grande sea tu cliente más te apretará el precio por el volumen de sus encargos.
Estudiar Arquitectura hoy en día
Si algunos de mis hijos me pidiera estudiar Arquitectura, sin duda, le apoyaría. Creo que es cada vez más complicado el autoempleo como proyectista, incluso se habla de proyectos realizados por la inteligencia artificial, pero es una carrera que te da muchísimas habilidades para poder enfocar tu futuro una vez la termines. Al final, el empleo cada vez se mide más por dichas habilidades, no por títulos.
Autor: Juan Manuel Gómez Carmona.
Consultor Inmobiliario – Arquitecto Técnico, Creador de obranuevaencordoba.es , obranuevaenmalaga.es y obranuevaensevilla.es
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