En nuestro recorrido por la singularidad de edificios que nos encontramos en los diferentes países, nos topamos con un edificio singular donde los haya, con un envolvente ritmo, que en estos tiempos que corren, de miedo, confinamiento y desconocimiento del futuro más cercano, al menos nos hace evadirnos de la extraña realidad a la cual nos enfrentamos cada día. Nosotros os proponemos que viajemos hasta Praga y visitemos La Casa Danzante.
Un edificio que hoy en día está considerado como una pieza relevante de la arquitectura posmoderna de Praga, convertido en punto de referencia del paisaje urbano de la ciudad. Sin embargo, cuando fue concebida y construida, obtuvo un aluvión de críticas, ya que su carácter innovador no encajaba con el más tradicional y conservador hasta ese momento.
La Historia del sueño de Havel
La Casa Danzante, que oficialmente se llama Edificio Nationale-Nederlanden, se encuentra en la calle Resslova Street, en el centro de Praga a orillas del río Moldava.
Construida sobre las ruinas de un edificio que cayó en el bombardeo de 1945 durante la Segunda Guerra Mundial y justo al lado de una construcción art nouveau, del abuelo de la persona que ordenó su construcción y que vivió éste durante décadas. Se trata del escritor, dramaturgo y primer presidente democrático de la República Checa, Václav Havel.
Un proyecto que él imaginó como un nuevo centro de actividad cultural y social. Que albergara una librería, galería de arte, un gran salón para diferentes usos y una cafetería. Sería su vecino el renombrado arquitecto yugoslavo Vlado Milunic, quien realizaría un boceto de un edificio singular, coronado por una cúpula alta de vidrio, que hacía alusión a la Torre Tatlin, que nunca llegó a construirse, y la casa vecina de estilo art nouveau. De esta forma la ciudad tendría un nuevo palacio de la cultura de estilo modernista.
Sin embargo el proyecto daría un cambio de dirección cuando la compañía Holandesa Nationale-Nederlanden, compró la parcela, en la cual ya tenían otros planes para ella, lejos de la idea inicial de Havel. Afortunadamente el cambio de dirección sufriría un giro más, gracias al entusiasmo del representante de la compañía en Praga, Paul Koch, amigo de Milunic, que se entusiasmó con el proyecto inicial de manera que medió para que el también arquitecto Frank Gehry comenzara a trabajar a dúo con Milunic para la realización final del actual edificio. La obra fue diseñada en 1992 y su construcción comenzó en 1994, concluyendo las obras en 1996.
Hoy en día, La Casa Danzante es objeto de alabanza, y gran parte de la controversia sobre su construcción ha quedado muy atrás en el tiempo.
El edificio no sólo es armonioso en cuanto a su entorno, sino también en lo que respecta a sí mismo. Las dos torres del edificio, la femenina y la masculina, forman un conjunto concordante que recuerda a una pareja de baile. Basado en la sugerencia de Gehry, la adición de una torre femenina representa «un yin femenino que equilibra el yang masculino». Originalmente, el mismo Gehry llamó al edificio “Fred and Ginger”, en referencia a los famosos bailarines Fred Astaire y Ginger Rogers y a la imagen de una pareja de bailarines que evoca la construcción. No obstante, descartó ese nombre, aunque aún hay quienes llaman así al edificio.
En general, el proyecto de La Casa Danzante logró permanecer modesto y radical al mismo tiempo. El edificio no fue demasiado lejos, y ha logrado el equilibrio perfecto entre lo moderno y lo antiguo. Ha demostrado ser armonioso como una pieza particular de la arquitectura, como parte de un todo, pero también como un símbolo de una nueva era histórica.
Movimiento deconstructivo
Debido a su corte deconstructivista y a su peculiar forma, los diseñadores de arquitectura consideran que el estilo de La Casa Danzante se encuentra dentro del “nuevo barroco”.
Indagando un poco más sobre el movimiento arquitectónico que nació a finales de la década de 1980, contaros que se caracteriza por la fragmentación, el proceso de diseño no lineal, el interés por la manipulación de las ideas de la superficie de las estructuras y, en apariencia, de la geometría no euclidiana, que es la que no utiliza las formas rectilíneas, que se emplean para distorsionar y dislocar algunos de los principios elementales de la arquitectura, como la estructura y la envolvente del edificio.
Algunos de los arquitectos conocidos como deconstructivistas estaban influidos por movimientos como el modernismo/postmodernismo, expresionismo, cubismo y el arte contemporáneo.
El Museo Guggenheim de Bilbao, obra de Frank Gehry, uno de los dos ideólogos de La Casa de Danzante, es uno de los edificios más espectaculares del deconstructivismo.
El interior de La Casa Danzante
Empezamos por la parte más alta con su impresionante terraza desde donde se puede admirar la ciudad 360 grados. Podemos visualizar el Castillo de Praga y el barrio de Malá Strana tan turísticos de la ciudad. También podemos comer o tomar algo mientras en el restaurante que encontramos en séptima planta.
Completando el sueño de Havel, que os contábamos al principio, podemos encontrar una fascinante galería de arte, la Galería de La Casa Danzante. Se dedica a exponer obras importantes y exposiciones de importantes artistas checos y extranjeros. También contiene una tienda de productos de diseño y una librería.
A la vez amada y odiada, La Casa Danzante ha logrado un perfecto equilibrio entre lo antiguo y lo moderno. Es una pieza arquitectónica peculiar, pero también representa una nueva era en la historia, un estilo que ha inspirado un gran número de edificios y de artistas alrededor del mundo.
Esperamos que os haya sido útil el post «La Casa Danzante. Arquitectura singular por el mundo» que nos escribe nuestra colaboradora Ángela Gómez. Recuerda inscribirte en nuestra newsletter para estar informado de todas las novedades de Obra Nueva en Córdoba y noticias relacionadas con el mundo inmobiliario. Quiero inscribirme ahora
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