Un viaje que sin duda yo tengo pendiente, por su misticismo, orografía, es Escocia. Y es que en ésta décima entrega, vamos a hacer ese viaje juntos, a través de las palabras y la imaginación. Yo hasta puedo imaginar cómo huelen sus praderas y montañas, sus playas y acantilados. Puedo ver con los ojos cerrados esos guerreros escoceses, ladera abajo, ataviados de sus kilts y sus caras pintadas al más estilo Braveheart, con Mel Gibson a la cabeza…
Pero volviendo a nuestra sección, vamos a conocer como siempre un poco de todo del lugar, su historia, sus paisajes, sus gentes y como no, sus casas típicas. Y vamos a viajar a varios puntos de Escocia, pero nos vamos a detener en un lugar tan cargado de historia, tan lejano, tan místico, que os va a encantar. Nos detenemos en la Isla de Skye y Las Hébridas.
Allí es donde encontramos la gran cantidad de las casas o cabañas de las que os voy a hablar, las Crofts o Blackhouses.
Escocia, desde las Highlands hasta las Hébridas
Cazadores y recolectores, llegados en oleadas del norte de Europa e Irlanda, dejaron evidencias de los primeros asentamientos humanos en Escocia, que se remontan a la retirada de la última glaciación, hacia el 10 000 a.C.
El Neolítico arrancó con la llegada de otros pobladores de Europa continental. La Edad de Piedra dejó tras de sí un extraordinario registro del desarrollo humano con imborrables recuerdos líticos. Caithness, las Orcadas y las Shetland atesoran aldeas prehistóricas, túmulos y menhires de los mejores conservados del mundo.
Durante la Edad del Hierro se construyeron edificaciones defensivas de distinto tipo. Los brochs, eran macizas torres fortificadas de piedra, algunas de las cuales superan los 10 m de altura.
La ocupación romana de Britania comenzó en el 43 d.C., liderada por Julio César. La embestida se detuvo en el norte, poco más allá de la actual frontera escocesa. Entre los años 78 y 84, el gobernador Agrícola avanzó hacia el norte y pasó varios años tratando de someter a las tribus que llamaron pictos, que significa “pintados”. En el s. II, el emperador Adriano, decidió levantar el muro (122-128) que lleva su nombre y cruza el norte de Inglaterra. Dos décadas más tarde, su sucesor Antonino Pío invadió de nuevo Escocia y construyó el Muro de Antonino, una fortificación de turba entre el estuario del Forth y el río Clyde.
Se sabe muy poco de estos pobladores del norte y el este de Escocia. La presencia romana tal vez contribuyó a la unificación de las distintas tribus celtas,los cuales eran feroces guerreros. El principal vestigio material de su cultura son las fabulosas piedras grabadas con símbolos, halladas en el este de Escocia.
Los clanes de las Highlands, inaccesibles en sus valles, siguieron autogobernándose durante 700 años. Así empezó a crecer la brecha cultural y lingüística entre los habitantes de las Highlands, que hablaban gaélico, y los de las Lowlands, que hablaban la lengua de los escotos.
Escocia logró la independencia en 1328. Pero las guerras con Inglaterra y las disputas internas continuaron hasta que, en 1371 se unifico con toda Gran Bretaña.
Las Hébridas, lugar de las Blackhouses
Las islas Hébridas, son un extenso archipiélago en la costa oeste de Escocia. Bañadas por el océano Atlántico y por el mar de las Hébridas.
Desde el punto de vista geológico, se ha comprobado que este archipiélago está compuesto por las rocas más antiguas de las islas británicas. Presentan comúnmente formas agrestes, recortadas y escarpadas. Tienen un clima templado-frío y muy húmedo.
Las Hébridas, tiene una superficie de 7285 km2 y una población de unos 70.000 habitantes, que ocupa solamente un centenar de islas, permaneciendo las otras cuatrocientas deshabitadas. Los principales recursos económicos de los isleños son la pesca, la cría de ganado bovino y ovino, la producción artesanal de tweed, la destilación de whisky y, como actividad secundaria, el cultivo de hortalizas y cereales. La ciudad más importante es Stornoway (en la isla de Lewis), que es un puerto pesquero.
Los menhires prehistóricos de hace milenios, brochs de la edad de hierro, y blackhouses tradicionales del siglo XVII son solo unos cuantos de los increíbles lugares que esta zona del mundo podemos visitar.
La Isla de Skye es la gran sorpresa de las Hébridas por sus tradiciones y por albergar la mayor concentración de cumbres del país, además de ser donde mayor concentración de crofts.
Por todo el país encontramos lugares donde podrá explorar estos fascinantes diseños arquitectónicos, pero sin duda en esta isla es donde encontramos un poblado que se conserva casi intacto a pesar de los siglos y de su uso casi exclusivamente para el turismo.
Las Crofts, las cabañas de Escocia
Los paisajes de Escocia albergan un patrimonio edificado y una arquitectura únicos, desde los crofts, los castillos, las viviendas multifamiliares urbanas de la época victoriana y las mansiones en el campo de la era georgiana hasta los modernos diseños de hoy en día. Pero nosotros nos vamos a detener en estas cabañas de los agricultores, los Crofts.
Un croft es, en Escocia, una parcela de tierra arable delimitada por un seto o cerca, generalmente de pequeña altura. Con la estructura de piedra y el techo de paja, muy sencillas, pero en un entorno, que las hace espectaculares. Algunas presentan la techumbre abovedada.
La vivienda del campesino o encargado del Croft, generalmente se encuentra en las inmediaciones del mismo, casi siempre lindero o muy próximo a un borde, linde o límite, de la correspondiente parcela de tierra. El término croft viene del germánico, aunque hoy día su utilización está restringida casi exclusivamente a Escocia. El Crofting también existió en Escandinavia durante la Edad Media, y donde este sistema, globalmente idéntico al de Escocia, era llamado torpare (en Suecia) y husmenn (en Noruega).
Antes del siglo XVIII, el sistema era bien diferente. En ese entonces, los campesinos, en un régimen semifeudal, trabajaban la tierra para un «tacksman», a menudo un pariente del jefe del clan y pagaban por un alquiler.
En la Isla de Skye, nos encontramos un poblado, Blackhouses, que es una joya por el estado de conservación.
El grupo de crofts (casitas con techo de paja) nos adentran en el modo de vida rural que predominaba en la isla hace más de cien años, con sus objetos, costumbres y tradiciones.
La aldea estuvo habitada hasta la década de los 70 del siglo pasado, cuando sus habitantes se trasladaron a otra isla de las Hébridas. Desde entonces se trabajó reparando las viviendas que dejaron y poniéndolas a punto para convertir al pueblo en un destino turístico. Siguiendo también métodos tradicionales se recreó la antigua mampostería de piedra seca y los tejados se hicieron con paja.
El entorno mantiene su pureza antigua, ya que no se actuado sobre la naturaleza para que el turista pueda disfrutar de las Hébridas en su estado más puro.
El pueblo se divide en nueve cabañas que reciben nombres de antiguos habitantes de la aldea. A pesar de lo natural que puede ser el exterior de las casas en su interior tienen todo tipo de comodidades, desde estufas de gas a cocinas totalmente equipadas, ya que alguna de ellas está catalogada como un establecimiento de cuatro estrellas.
A pesar de que pueda parecer que Blackhouse está alejado del mundanal ruido y de su aislamiento geográfico, no lo es tanto y está muy bien comunicado.
Así que no te lo pienses mucho y este verano en una escapada, visita esta maravilla de la naturaleza y alójate en una de estas fabulosas Crofts. Disfruta del viaje.
Esperamos que os haya sido útil el post «Crofts, las cabañas de Escocia. Casas del Mundo» que nos escribe nuestra colaboradora Ángela Gómez. Recuerda inscribirte en nuestra newsletter para estar informado de todas las novedades de Obra Nueva en Córdoba y noticias relacionadas con el mundo inmobiliario. Quiero inscribirme ahora
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