Estoy segura de que puedes verte en tu piso haciendo deporte siguiendo algún vídeo en directo en una red social. Es probable que puedas recordarte haciendo malabares trabajando con tu ordenador portátil en la mesa del comedor mientras los niños trataban de hacer algún trabajo manual. Venimos de una época en la que hemos tenido que adaptar nuestra vivienda a diversos usos para los que no estaba originalmente concebida.
Conseguimos – a marchas forzadas – que nuestro hogar se convirtiera en oficina, colegio, parque de atracciones, gimnasio y cine al mismo tiempo. Sin embargo, y de cara a seguir dándole usos polivalentes a nuestro hogar, no está de más hacer una planificación. Ésta se hace fundamental si también consideramos que el tamaño de nuestras viviendas es más limitado del que nos gustaría. Muchas de las actividades que desarrollamos han de convivir entre sí en una misma habitación. Para no frustrarse hasta el infinito en el intento de darle nuevos usos a tu hogar, te presento algunas ideas que te pueden ayudar a tener espacios polivalentes en tu casa.
Claves para crear espacios polivalentes
Si no dispones de muchos metros cuadrados y debes mover tus muebles para, por ejemplo, seguir una clase deportiva, procura tener elementos ligeros, fáciles de mover y recoger. De esta manera, una vez hayas acabado tu actividad, puedes devolver todo el mobiliario a su sitio sin esfuerzo (y sin pereza). Si, para este tipo de prácticas, utilizas un equipamiento especial, tenlo a mano en un lugar concreto y que sea fácil de recoger.
Evita las duplicidades. Por ejemplo, si ya tienes una mesa de comedor en la cocina, no es necesario que tengas otra en el salón. Podrías reutilizar este espacio para, entre otras opciones, instalar una zona de lectura con una pequeña biblioteca y así ganar un nuevo espacio al que darle uso y, en el que, ya de paso, poder relajarte. También es importante utilizar los espacios para su propósito original: de nada sirve que instales un escritorio en la habitación de tus hijos si terminan estudiando en el salón.
Si necesitas un lugar en el que trabajar, puedes incluirlo en una misma estancia que tenga espacio suficiente, aunque separando el ambiente para no perder la concentración o no molestar a quien esté en la otra zona. Para ello puedes utilizar divisores de espacio, que pueden ir desde una estantería a modo de biblioteca, a las estructuras de hierro y cristal que están en tendencia, biombos, cortinas o celosías hechas a medida.
Algunas soluciones prácticas
También es buena idea tener una zona para el trabajo con muebles plegables que también tengan otro uso o que se puedan recoger pegados de la pared sin ocupar más espacio con muebles tipo secreter. La tienda de muebles escandinava por antonomasia tiene varios ejemplos que pueden facilitar esta labor a muy bajo precio y sin perder estilo. Al igual que con otras prácticas, se hace necesario tener un espacio de almacenaje para recoger después de realizar estas actividades.
Afortunadamente, ya podemos encontrar en el mercado muchos elementos que, gracias a su función multiusos, nos facilitan darle varios usos a una misma estancia. Las mesas de café que se transforman en mesa de comedor o los puffs convertibles en cama son algunos ejemplos.
Si en tu vivienda tienes pilares que te restan espacio en un pasillo, puedes instalar muebles a medida para facilitar la organización y tener, por ejemplo, los juguetes de tus hijos recogidos. Esta opción de muebles a medida se hace ideal para optimizar los espacios “complicados” y darles más polivalencia.
Que no te importen los metros
Nuestras viviendas pueden dar mucho de sí, a pesar de los pocos metros que puedan tener o de cómo las tengamos originalmente distribuidas. Ciertamente es más sencillo plantearse crear espacios polivalentes si tenemos un punto de partida solo con los elementos necesarios. Sin embargo, si está en tus planes darle otros usos a los espacios de los que dispones y has de prescindir de algún mueble, hazlo sin dudar. Seguramente conozcas a alguien a quien le pueda venir bien o, incluso, lo puedas vender.
Ya aprendimos que nuestras viviendas pueden dar mucho de sí y, en cierto modo, las “redescubrimos”. Podemos lograr tener un rincón para cada actividad en nuestra casa y, además, manteniendo el orden. Pasar más tiempo en nuestro hogar realizando distintas actividades no implica sembrar el desastre, especialmente, si aplicamos un poco de planificación previa.
Autora:
Gema Armenta
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